Si creías que solamente le heredabas tus genes, estás equivocado. Te explicamos cómo es que la epigenética dice que también le heredas tus traumas.
¿Sabías que, así como heredamos rasgos, tipo de sangre y hasta la propensión a ciertas enfermedades, también heredamos los traumas familiares? Esto te puede parecer increíble; sin embargo, te explicamos cómo la epigenética ha detectado este proceso que cambia dependiendo el sexo.
¿Cómo funciona la epigenética?
La epigenética se entiende como el proceso en que la expresión de los genes se modifica, sin que exista un cambio real en el ADN. Es decir, existen pequeñas etiquetas químicas que se forman o cambian cuando el ser humano atraviesa por un trauma, que se agregan o eliminan del ADN durante la concepción.
Lo verdaderamente interesante es que estos cambios pueden seguirse transmitiendo a las generaciones posteriores, logrando un fuerte impacto en el árbol genealógico.
¿Cómo es que se llegó a esa conclusión?
Después de la Guerra Civil de Estados Unidos, varios soldados del Ejército de la Unión del norte quedaron marcados por la fuerte experiencia que tuvieron que enfrentarse a una vida llena de problemas después de la posguerra. Sin embargo, fue hasta la llegada de sus hijos y nietos que, pese a no haber vivido esas experiencias, atravesaron por tasas de mortalidad más altas que el resto de la gente.
¿Por qué sucede esto?
La Universidad de California llevó a cabo una investigación que evaluó el expediente médico de casi 4 600 niños de padres que habían sido prisioneros de guerra, mismos que fueron comparados con 15 300 hijos de veteranos que no habían sido capturados. El resultado fue que los niños del primer grupo, tenían una mortalidad 11% veces más alta que el segundo grupo, además de que eran más propensos a morir de cáncer.
En el caso de las mujeres, parecen ser inmunes a estos cambios ya que la hipótesis que desarrollaron fue que los cambios causados por los traumas se veían reflejados en el cromosoma Y.
¿Cómo lo descubrieron?
Se realizó una investigación con los niños nacidos antes de la guerra y no se descubrieron estos efectos en ellos, como en el caso de los nacidos después de 1864. Es así que los expertos creen que momentos críticos de la historia, como: las guerras, la hambruna o los genocidios, dejan una herencia en los descendientes de quien los vive.
Por lo menos es una idea que se refuerza con una investigación que se hizo en 2015, donde se evaluaron a 32 sobrevivientes del Holocausto y a 22 de sus hijos, a quienes se les encontraron cambios epigenéticos vinculados con su nivel de cortisol, la hormona del estrés.
Aunque las investigaciones aún son escasas, no se sabe cómo es que se heredan y el camino de la investigación de la epigenética aún empieza, es importante tener en cuenta que lo que nos afecta puede causar un problema en las próximas generaciones.